Lima. Donde la bulla hace temblar las tripas, sobran las recetas.
1.- DE DOS COMENSALES A MÁS, el alimento se vuelve dama fugaz, y la mesa, chingana de foco rojo. El diálogo será entonces canción, bolero que evocará babeantes recuerdos de un pasado mejor. Pero cuando un solitario se sienta a la mesa, no piensa en el plato, sino en la manera de acabar con su soledad. "Otras maneras de comer existen", se formula; y piensa en la mesera.
3.- EXISTEN ALIMENTOS que son otras cosas, menos alimentos. Para la hinchada será gol. Y orgasmo para las monjas. De ahí es que un chorito a la chalaca será knock out para el achorado. Y para un sesentón, de la leche de tigre, al salto, bastará un vaso.
¿Alguna vez estuviste en un hotel en Lima?
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